jueves, 22 de diciembre de 2011

Marco Teorico


Colombia y todos los países nacidos de las luchas autonomistas hispanoamericanas, guardan una relación histórica en cuanto el Estado y a la economía, alrededor de la política y el mercado en general, por eso es importante mencionar esta situación para delimitarnos en el tiempo.

Como evidenciamos, una relación directa se da en el  mercado, éste visto desde la enumeración de muchas actividades o desde una óptica filosófica, plantea consideraciones variadas e interesantes. Los conceptos Liberales del mercado, sugieren la individualización de la economía y la privatización de los procesos de intercambio de bienes o servicios[1], dejándole a las fuerzas que lo componen: oferta y demanda, el equilibrio tanto de las relaciones económicas como de las relaciones sociales.
En este concepto, el argumento Estatal queda aislado a otro tipo de  demandas. Pero en los años de expansión comercial Europea, la ideología económica y política resultaba de las nuevas relaciones creadas por el dominio territorial que se imponía en la conquista de nuevas tierras, así como la continua transformación del feudalismo y las nuevas formas de esclavitud comercial. El gran monopolio de tres causas, para proteger las metrópolis,  el poder del Estado y la riqueza monetaria de este último (Eli Heckscher, 1931) que permaneció vigente por varios siglos, desde 1550 hasta  1770,  tiempo necesario para afirmar que “el mercantilismo Europeo,(poder) se extendía para abrazar el mundo”[2] , mientras la esclavitud, la dominación y la regulación eran parte de los mecanismos de salvaguardia del interés general sobre los dispersos intereses(Jhon locke) de comerciantes y colonias . Cuando los libros de texto exponen el tema del mercantilismo frecuentemente olvidan enfatizar que ésa fue la época del colonialismo, la piratería y el tráfico de esclavos, y que las políticas comerciales mercantilistas estaban íntimamente asociadas con las políticas coloniales, esto es, con la explotación brutal  de las colonias.[3]

Consideramos pertinente integrar los conceptos sobre economía mercantilista, pues el desarrollo de las variables consideradas en esta investigación, tiene relación permanente con la historia y la configuración del sistema político y comercial para entender, con una mirada amplia la magnitud de nuestro estudio.
Sin embargo, la concepción histórica solo pone de antemano unas características actuales de nuestros sistemas económicos, pues intentamos descubrir, desde lo territorial fenómenos asociados al capitalismo moderno, que podrían suponer analogías más o menos acertadas  ente una y otra época, con algunos fenómenos como el desempleo y la informalidad, el contrabando y la discriminación.

En Colombia, como en varios países en desarrollo, se experimenta un elevado índice de desempleo, conocido este como el porcentaje de la población económicamente activa (PEA) que no tiene trabajo[4], en otras palabras aquel porcentaje de personas que puede y desea trabajar y pero que no consigue trabajo, sin embargo, se deben tomar algunas definiciones en cuanto al empleo e identificar de manera específica quienes están sujetos a estadística y quiénes no están en esa sujeción.


El primer aspecto a tener en cuenta es sobre la población económicamente activa  (PEA)[5]  que abarca a todas las personas de uno u otro sexo que aportan su trabajo para producir bienes y servicios económicos, definidos según los sistemas de cuentas nacionales y de balances de las Naciones Unidas, durante un periodo de referencia especificado¨ (OIT, 1988). Estas pueden estar empleadas o desempleadas, pero que están en capacidad laboral o productiva.


El otro aspecto a mencionar e identificar es a la población económicamente no activa, para entender quienes no hacen parte de los estudios sobre el desempleo y no están sujetos a medición estadística, pues esta categoría de personas que no están incluidas en la fuerza de trabajo “abarca a todas las personas que no pertenecían a las categorías con empleo o desempleadas en el período breve de referencia y, por lo tanto, no eran corrientemente activas, en razón de: a) asistencia a institutos de educación; b) dedicación a trabajos en el hogar; c) jubilación o vejez; d) u otras razones como enfermedad o incapacidad, que pueden especificarse” (OIT, 1988), por otra parte la definición de las Naciones Unidas en ¨Principios y recomendaciones para los censos de población y habitación (1980), no forman parte de la población económicamente activa ciertas categorías funcionales, como por ejemplo:

  • A.   estudiantes que no ejercen una actividad laboral;
  • B.   trabajadores del hogar, si no perciben una remuneración por tal concepto;
  • C.   personas que perciben transferencias (jubilados, pensionados, rentistas, etc.);
  • D.   las personas que participan en servicios comunitarios y forman parte de grupos de voluntarios no remunerados;
  • E.   otras personas que se dedican a actividades marginales que quedan fuera de los límites de la actividad económica o que perciben una ayuda pública o privada que les permite subsistir, y
  • F.    los niños o jóvenes que ya no asisten a la escuela.


 Por lo tanto tener un trabajo pero que no es remunerado,  no significa estar activo o estar empleado[6].
Partiendo de la idea del empleo, es importante dividirlo, de esta forma, debe ser reconocido según dos circunstancias, el empleo asalariado y el empleo independiente (OIT, 1988), para poder en la medida de los conceptos, interpretar de manera clara quienes tienen o no un empleo, así como la identificación del subempleo o el sector informal.


Las características de un empleo asalariado son las siguientes:


1.    trabajando durante el período de referencia por un sueldo o salario en metálico o en especie;


2.    con empleo, pero sin trabajar durante el período de referencia y que mantienen un vínculo formal con su empleo, según los siguientes criterios:
  • ·         pago ininterrumpido de sueldos o salarios;
  • ·         garantía de reintegración en el empleo al término de la contingencia o  un acuerdo respecto de la fecha de reintegración;
  • ·         duración de la ausencia del trabajo, periodo en el cual los trabajadores pueden percibir una remuneración social sin obligación de aceptar otros trabajos.


3.    las personas ausentes de su trabajo temporariamente (por causa de enfermedad o accidente, días festivos o vacaciones, huelga, paro de empleadores, licencia de estudios o de formación profesional, licencia por maternidad o paternidad, suspensión por coyuntura económica difícil, desorganización o suspensión temporal del trabajo por razones tales como el mal tiempo, averías mecánicas o eléctricas, escasez de materias primas o combustibles), pero siempre que tuvieran un vínculo formal con su empleo.


4.    los aprendices que hayan recibido una retribución en metálico o en especie, pueden clasificarse como ¨trabajando¨ o ¨con empleo pero sin trabajar¨, al igual que las demás personas con empleo asalariado.


5.    los miembros de las fuerzas armadas, incluyendo a los miembros permanentes y temporales¨.


Igualmente, las características de personas con empleo independiente son:


1.    “trabajando” durante el periodo de referencia, y realizando algún trabajo (o sea una hora de trabajo por lo menos) para obtener beneficios o ganancia familiar, en metálico o en especie;


2.    “Con una empresa pero sin trabajar¨, porque están temporariamente ausentes del trabajo durante el periodo de referencia por cualquier razón específica;


3.    los trabajadores familiares no remunerados que están trabajando al menos 15 horas durante el período de referencia;

“Con posterioridad, se eliminó el límite mínimo de 15 horas, en el caso de los trabajadores familiares no remunerados, es decir que en todos los casos se los considera ocupados con un empleo independiente”.[7]


4.    las personas ocupadas en la producción de bienes y servicios económicos, para consumo propio o del hogar, si dicha producción constituye una aportación importante al consumo total del hogar;


5.    Los empleadores, trabajadores por cuenta propia, y miembros de cooperativas de producción, también pueden clasificarse como trabajando o con empleo pero sin trabajar.


Así, conociendo las características del empleado asalariado e independiente, el desempleo tiene también unas definiciones y situaciones a considerar, por ejemplo, su amplia segmentación (Márquez 2008),  “el conseguir empleo no se limita a la buena formación y experiencia profesional, si no que entran a jugar factores como el Idioma, La raza, la edad, el sexo, e incluso las vocaciones políticas y religiosas”, no obstante se pueden dar tres tipos de desempleo, determinados por su duración : de corta, larga y friccional.

El desempleo de corta duración, hace referencia a su mismo nombre, es aquel que dura por un mes, desde el momento que se pierde el trabajo y se consigue otro trabajo, el de larga duración es el que dura más de un mes buscando, y el friccional se refiere al tiempo ocurrido mientras se cambia de empleo.


La situación del desempleado podemos sacarla de la definición que “adoptó la Conferencia de Estadígrafos del Trabajo de 1954 (que luego va a ser precisada en 1982).  La misma establece una síntesis de las condiciones que debe reunir un trabajador (que tenga más de una cierta edad especificada) para estar desocupado durante el periodo de referencia:

  • ·         encontrarse sin empleo, es decir que no tengan un empleo asalariado o un empleo independiente, tal como se los definió anteriormente;

  • ·         estar corrientemente disponible para trabajar en una de esas dos modalidades (asalariado o independiente);

  • ·         estar buscando un empleo asalariado o un empleo independiente en un periodo reciente especificado”.[8]


El constante desempleo,  genera también otras problemáticas, que son variadas y han sido estudiadas a lo largo de los últimos años,  como ejemplo, el efecto de la actividad informal, que puede presentarse por a la vez por otras circunstancias, “pero que en algunos casos está ligada a la búsqueda infructuosa de empleo y la discriminación de género”[9] (Cárdenas y Mejía )


El sector en actividad Informal, son aquellos que  están empleados pero no están registrados y los que  se sitúan dentro del empleo no asalariado, no obstante podemos citar algunas de las definiciones acerca de la Informalidad.


Según la OIT (Organización Internacional del Comercio)  “es una forma Urbana de hacer las cosas, cuya marca distintiva incluye: pocas barreras de entrada para el empresario, en términos de habilidades y capital requerido; empresas de propiedad familiar; operación en pequeña escala, producción de trabajo intensiva con tecnología adaptada y un mercado no regulado y competitivo, en una definición más moderna está la OIT 2004 “el grupo de asalariados cuya relación de trabajo, de derecho o de hecho, no está sujeta a la legislación laboral nacional, al impuesto sobre la renta, a la protección social o a determinadas prestaciones relacionadas con el empleo (preaviso al despido, indemnización por despido, vacaciones anuales pagadas o licencia pagada por enfermedad, etc


Para el DANE, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, es un conjunto de unidades dedicadas a la producción de bienes y prestación de servicios, con la finalidad primordial de crear empleos y generar ingresos para las personas que participan de esta actividad. Estas unidades funciona típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en las que hay muy poca o ninguna entre el trabajo y e capital, como factores de producción.         Las relaciones de empleo se basan (si las hay), en el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones personales y sociales, no en acuerdos contractuales que supongan garantías formales. 


Con lo anterior, podemos notar los tipos de informalidad, la que se da desde el mercado laboral y el empresarial, uno de oferta y otro de demanda, en donde se pueden apreciar, empleadores informales y empleados informalizados o precarizados junto con los trabajadores independientes o por cuenta propia.


El DANE, tiene una caracterización para definir el trabajo informal:

  • ·         Asalariado o patrón de microempresa con menos de 10 trabajadores.
  • ·         Trabajador por cuenta Propia, no profesional ni técnico.
  • ·         Trabajador que presta servicio domestico
  • ·         Ayudante familiar sin remuneración.

El origen de la Problemática está vista desde dos visiones, en países subdesarrollados,  se han establecido  los enfoques estructuralistas e institucionalistas, del el modelo económico y las normas institucionales e iniciativas de carácter microeconómico respectivamente[10], esto tiene que ver especialmente con las escasas oportunidades que el desarrollo moderno de la economía no genera, situación que empuja hacia la informalidad laboral o por cuenta propia (estructuralismo), y por otro lado las fricciones y costos que imponen sobre las empresas la existencia de un marco legal institucional, que causa la migración hacia formas ajenas de las normas vigentes.


De un modo u otro, se dan efectos económicos y laborales opuestos entre los sistemas informales y formales, el hecho de que unos y otros estén dentro o fuera de las normas o las oportunidades de trabajo o empresa, constituye una diferencia cualitativa y cuantitativa de sus resultados, es una inmensa brecha la que divide estas actividades, “Lo más característico de la Teoría Estructuralista, es el dualismo económico, el sector moderno comprende el conjunto de actividades económicas en las cuales existen economías de escala en capital físico y capital humano, por otra parte el sector tradicional e informal se caracteriza por escasos requerimientos de capital físico y capacitación laboral. La baja productividad del sector informal se explica por el sobredimensionamiento laboral, dados los bajos costos de entrada en el sector, no es posible contener la entrada de trabajadores por encima de los niveles de eficiencia. Por lo tanto el sector informal tiende a operar en unidades pequeñas con baja productividad. Como resultado surgen desigualdades significativas entre los trabajadores que se enganchan en el sector moderno y aquellos que no lo logran[11]”.


Como vemos, desde la teoría estructuralista, se plantea de fondo una brecha importante entre los dos sectores, mientras que la teoría institucionalista, que en ultimas explica el fenómeno de la informalidad como un comportamiento de los agentes, influenciado desde las regulaciones y leyes institucionales, pero como una decisión voluntaria de acatarlas o no, por esto plantea que la actividad empresarial informal genera topes igualables al formal, sin embargo, Maloney[12] sugiere que este enfoque no es completamente adecuado para entender la lógica del comportamiento de todo el sector informal. Específicamente sus aportes a la teoría institucionalista reconocen que el comportamiento del sector informal de menores ingresos puede explicarse por factores estructuralistas; incluso plantea que estos sectores pueden ser explotados por el sector formal a través de mecanismos de subcontratación.[13]


Como grandes referente podemos anotar que los trabajos de la OIT se enmarcan dentro de la teoría estructuralista y que los planteamientos de la teoría institucionalista son defendidos por el Banco Mundial.


La medición cuantitativa y cualitativa de los sectores formales e informales, para concebir si la problemática es o no una cuestión de principal interés o marginal si es el caso,  es importante, ya que las políticas dirigidas a solucionar cada tipo de informalidad son distintas[14] .


La informalidad se desarrolla según unas condiciones, además de explicarlo desde el enfoque estructuralista, depende de factores que inciden directamente sobre esta, como el desempleo generalizado, la experiencia, la educación recibida, el sexo, la edad, la pobreza rural y el desplazamiento forzoso[15].  




[1] laissez-faire y la mano invisible.
[2] Galeano, Eduardo las venas Abiertas de América Latina.
[3] Jorge Rojas Rojas, El mercantilismo Abril, 2004
[4] Economía de lo público II, Yanod Márquez ¿Qué es el desempleo? Pág. 87
[5] Como una subdivisión del PET,(personas en edad de trabajo) que inicia a los 12 años.
[6] Julio César Neffa, Actividad, empleo y desempleo  1995.
[7] Julio César Neffa, Actividad, empleo y desempleo  1995.
8 Ibíd.
[9] Cárdenas y Mejía, informalidad en Colombia.
[10] Carlos Humberto Ortiz, Visiones sobre la informalidad laboral. 1993
[11] Carlos Humberto Ortiz.  La teoría estructuralista del sector informal.
[12] Maloney, sus trabajos se acogen a la teoría institucionalista sobre la informalidad.
[13] Carlos Humberto Ortiz.  La teoría institucionalista del sector informal.
[14] Mauricio Santa María S. Sandra Rozo V., Análisis cualitativo y cuantitativo de la informalidad empresarial en Colombia
[15] David Ochoa Valencia y Aura Ordoñez. Causas, efectos  y características de la economía del rebusque.2004.

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