Colombia y todos los países
nacidos de las luchas autonomistas hispanoamericanas, guardan una relación
histórica en cuanto el Estado y a la economía, alrededor de la política y el
mercado en general, por eso es importante mencionar esta situación para delimitarnos
en el tiempo.
Como evidenciamos, una
relación directa se da en el mercado, éste
visto desde la enumeración de muchas actividades o desde una óptica filosófica,
plantea consideraciones variadas e interesantes. Los conceptos Liberales del
mercado, sugieren la individualización de la economía y la privatización de los
procesos de intercambio de bienes o servicios[1], dejándole a las fuerzas
que lo componen: oferta y demanda, el equilibrio tanto de las relaciones
económicas como de las relaciones sociales.
En este concepto, el argumento
Estatal queda aislado a otro tipo de
demandas. Pero en los años de expansión comercial Europea, la ideología
económica y política resultaba de las nuevas relaciones creadas por el dominio
territorial que se imponía en la conquista de nuevas tierras, así como la
continua transformación del feudalismo y las nuevas formas de esclavitud
comercial. El gran monopolio de tres causas, para proteger las metrópolis, el poder del Estado y la riqueza monetaria de
este último (Eli Heckscher, 1931) que permaneció vigente por
varios siglos, desde 1550 hasta
1770, tiempo necesario para
afirmar que “el mercantilismo Europeo,(poder) se extendía para abrazar el
mundo”[2] , mientras la esclavitud, la
dominación y la regulación eran parte de los mecanismos de salvaguardia del
interés general sobre los dispersos intereses(Jhon locke) de comerciantes y
colonias . Cuando los libros de
texto exponen el tema del mercantilismo frecuentemente olvidan enfatizar que
ésa fue la época del colonialismo, la piratería y el tráfico de esclavos, y que
las políticas comerciales mercantilistas estaban íntimamente asociadas con las
políticas coloniales, esto es, con la explotación brutal de las colonias.[3]
Consideramos pertinente integrar los conceptos sobre
economía mercantilista, pues el desarrollo de las variables consideradas en
esta investigación, tiene relación permanente con la historia y la
configuración del sistema político y comercial para entender, con una mirada
amplia la magnitud de nuestro estudio.
Sin embargo, la concepción histórica solo pone de
antemano unas características actuales de nuestros sistemas económicos, pues
intentamos descubrir, desde lo territorial fenómenos asociados al capitalismo
moderno, que podrían suponer analogías más o menos acertadas ente una y otra época, con algunos fenómenos
como el desempleo y la informalidad, el contrabando y la discriminación.
En Colombia, como en varios países en desarrollo, se experimenta un
elevado índice de desempleo, conocido este como el porcentaje de la población
económicamente activa (PEA) que no tiene trabajo[4], en
otras palabras aquel porcentaje de personas que puede y desea trabajar y pero
que no consigue trabajo, sin embargo, se deben tomar algunas definiciones en
cuanto al empleo e identificar de manera específica quienes están sujetos a
estadística y quiénes no están en esa sujeción.
El primer aspecto a tener en cuenta es sobre la población económicamente
activa (PEA)[5] que abarca a todas las personas de uno u otro sexo que aportan su trabajo
para producir bienes y servicios económicos, definidos según los sistemas de
cuentas nacionales y de balances de las Naciones Unidas, durante un periodo de
referencia especificado¨ (OIT, 1988). Estas pueden estar empleadas o
desempleadas, pero que están en capacidad laboral o productiva.
El otro aspecto a mencionar e identificar es a la
población económicamente no activa, para entender quienes no hacen parte de los
estudios sobre el desempleo y no están sujetos a medición estadística, pues
esta categoría de personas que no están incluidas en la fuerza de trabajo “abarca
a todas las personas que no pertenecían a las categorías con empleo o
desempleadas en el período breve de referencia y, por lo tanto, no eran corrientemente activas, en
razón de: a) asistencia a institutos de educación; b) dedicación a trabajos en
el hogar; c) jubilación o vejez; d) u otras razones como enfermedad o
incapacidad, que pueden especificarse” (OIT, 1988), por otra parte la
definición de las Naciones Unidas en
¨Principios y recomendaciones para los censos de población y habitación
(1980), no forman parte de la población económicamente activa ciertas
categorías funcionales, como por ejemplo:
- A. estudiantes que no ejercen una actividad laboral;
- B. trabajadores del hogar, si no perciben una remuneración por tal concepto;
- C. personas que perciben transferencias (jubilados, pensionados, rentistas, etc.);
- D. las personas que participan en servicios comunitarios y forman parte de grupos de voluntarios no remunerados;
- E. otras personas que se dedican a actividades marginales que quedan fuera de los límites de la actividad económica o que perciben una ayuda pública o privada que les permite subsistir, y
- F. los niños o jóvenes que ya no asisten a la escuela.
Por lo tanto
tener un trabajo pero que no es remunerado,
no significa estar activo o estar empleado[6].
Partiendo de la idea del empleo, es importante
dividirlo, de esta forma, debe ser reconocido según dos circunstancias, el
empleo asalariado y el empleo independiente (OIT, 1988), para poder en la
medida de los conceptos, interpretar de manera clara quienes tienen o no un
empleo, así como la identificación del subempleo o el sector informal.
Las características de un empleo asalariado son las
siguientes:
- · pago ininterrumpido de sueldos o salarios;
- · garantía de reintegración en el empleo al término de la contingencia o un acuerdo respecto de la fecha de reintegración;
- · duración de la ausencia del trabajo, periodo en el cual los trabajadores pueden percibir una remuneración social sin obligación de aceptar otros trabajos.
3.
las personas
ausentes de su trabajo temporariamente (por causa de enfermedad o accidente,
días festivos o vacaciones, huelga, paro de empleadores, licencia de estudios o
de formación profesional, licencia por maternidad o paternidad, suspensión por
coyuntura económica difícil, desorganización o suspensión temporal del trabajo
por razones tales como el mal tiempo, averías mecánicas o eléctricas, escasez
de materias primas o combustibles), pero siempre que tuvieran un vínculo formal
con su empleo.
4.
los aprendices que
hayan recibido una retribución en metálico o en especie, pueden clasificarse
como ¨trabajando¨ o ¨con empleo pero sin trabajar¨, al igual que las demás
personas con empleo asalariado.
5.
los miembros de las
fuerzas armadas, incluyendo a los miembros permanentes y temporales¨.
Igualmente, las características de personas con empleo independiente son:
1.
“trabajando”
durante el periodo de referencia, y realizando algún trabajo (o sea una hora de
trabajo por lo menos) para obtener beneficios o ganancia familiar, en metálico
o en especie;
2. “Con una empresa pero sin trabajar¨, porque están temporariamente ausentes del trabajo durante el periodo de referencia por cualquier razón específica;
3. los trabajadores familiares no remunerados que están trabajando al menos 15 horas durante el período de referencia;
2. “Con una empresa pero sin trabajar¨, porque están temporariamente ausentes del trabajo durante el periodo de referencia por cualquier razón específica;
3. los trabajadores familiares no remunerados que están trabajando al menos 15 horas durante el período de referencia;
“Con posterioridad, se eliminó el límite mínimo de 15 horas, en el
caso de los trabajadores familiares no remunerados, es decir que en todos los
casos se los considera ocupados con un empleo independiente”.[7]
4.
las personas
ocupadas en la producción de bienes y servicios económicos, para consumo propio
o del hogar, si dicha producción constituye una aportación importante al
consumo total del hogar;
5.
Los empleadores,
trabajadores por cuenta propia, y miembros de cooperativas de producción,
también pueden clasificarse como trabajando o con empleo pero sin trabajar.
Así, conociendo las
características del empleado asalariado e independiente, el desempleo tiene
también unas definiciones y situaciones a considerar, por ejemplo, su amplia
segmentación (Márquez 2008), “el
conseguir empleo no se limita a la buena formación y experiencia profesional,
si no que entran a jugar factores como el Idioma, La raza, la edad, el sexo, e
incluso las vocaciones políticas y religiosas”, no obstante se pueden dar tres
tipos de desempleo, determinados por su duración : de corta, larga y friccional.
El desempleo de corta
duración, hace referencia a su mismo nombre, es aquel que dura por un mes,
desde el momento que se pierde el trabajo y se consigue otro trabajo, el de
larga duración es el que dura más de un mes buscando, y el friccional se refiere
al tiempo ocurrido mientras se cambia de empleo.
La situación del
desempleado podemos sacarla de la definición que “adoptó la Conferencia de Estadígrafos del Trabajo de 1954 (que
luego va a ser precisada en 1982). La
misma establece una síntesis de las condiciones que debe reunir un trabajador
(que tenga más de una cierta edad especificada) para estar desocupado durante
el periodo de referencia:
- · encontrarse sin empleo, es decir que no tengan un empleo asalariado o un empleo independiente, tal como se los definió anteriormente;
- · estar corrientemente disponible para trabajar en una de esas dos modalidades (asalariado o independiente);
- · estar buscando un empleo asalariado o un empleo independiente en un periodo reciente especificado”.[8]
El constante
desempleo, genera también otras problemáticas,
que son variadas y han sido estudiadas a lo largo de los últimos años, como ejemplo, el efecto de la actividad
informal, que puede presentarse por a la vez por otras circunstancias, “pero
que en algunos casos está ligada a la búsqueda infructuosa de empleo y la
discriminación de género”[9] (Cárdenas y Mejía )
El sector en
actividad Informal, son aquellos que están empleados pero no están registrados y
los que se sitúan dentro del empleo no
asalariado, no obstante podemos citar algunas de las definiciones acerca de la
Informalidad.
Según la OIT (Organización Internacional del
Comercio) “es una forma Urbana de hacer
las cosas, cuya marca distintiva incluye: pocas barreras de entrada para el
empresario, en términos de habilidades y capital requerido; empresas de
propiedad familiar; operación en pequeña escala, producción de trabajo
intensiva con tecnología adaptada y un mercado no regulado y competitivo, en
una definición más moderna está la OIT 2004 “el grupo de asalariados cuya relación de trabajo, de derecho o de hecho,
no está sujeta a la legislación laboral nacional, al impuesto sobre la renta, a
la protección social o a determinadas prestaciones relacionadas con el empleo
(preaviso al despido, indemnización por despido, vacaciones anuales pagadas o
licencia pagada por enfermedad, etc
Para el DANE, el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística, es un conjunto de unidades dedicadas a la producción
de bienes y prestación de servicios, con la finalidad primordial de crear
empleos y generar ingresos para las personas que participan de esta actividad.
Estas unidades funciona típicamente en pequeña escala, con una organización
rudimentaria, en las que hay muy poca o ninguna entre el trabajo y e capital,
como factores de producción. Las
relaciones de empleo se basan (si las hay), en el empleo ocasional, el
parentesco o las relaciones personales y sociales, no en acuerdos contractuales
que supongan garantías formales.
Con lo anterior, podemos notar los tipos de
informalidad, la que se da desde el mercado laboral y el empresarial, uno de
oferta y otro de demanda, en donde se pueden apreciar, empleadores informales y
empleados informalizados o precarizados junto con los trabajadores
independientes o por cuenta propia.
El DANE, tiene una caracterización para definir el
trabajo informal:
- · Asalariado o patrón de microempresa con menos de 10 trabajadores.
- · Trabajador por cuenta Propia, no profesional ni técnico.
- · Trabajador que presta servicio domestico
- · Ayudante familiar sin remuneración.
El origen de la Problemática está vista desde dos
visiones, en países subdesarrollados, se
han establecido los enfoques
estructuralistas e institucionalistas, del el modelo económico y las normas
institucionales e iniciativas de carácter microeconómico respectivamente[10],
esto tiene que ver especialmente con las escasas oportunidades que el
desarrollo moderno de la economía no genera, situación que empuja hacia la
informalidad laboral o por cuenta propia (estructuralismo), y por otro lado las
fricciones y costos que imponen sobre las empresas la existencia de un marco
legal institucional, que causa la migración hacia formas ajenas de las normas
vigentes.
De un modo u otro, se dan efectos económicos y
laborales opuestos entre los sistemas informales y formales, el hecho de que
unos y otros estén dentro o fuera de las normas o las oportunidades de trabajo
o empresa, constituye una diferencia cualitativa y cuantitativa de sus
resultados, es una inmensa brecha la que divide estas actividades, “Lo más
característico de la Teoría Estructuralista, es el dualismo económico, el
sector moderno comprende el conjunto de actividades económicas en las cuales
existen economías de escala en capital físico y capital humano, por otra parte
el sector tradicional e informal se caracteriza por escasos requerimientos de
capital físico y capacitación laboral. La baja productividad del sector
informal se explica por el sobredimensionamiento laboral, dados los bajos
costos de entrada en el sector, no es posible contener la entrada de
trabajadores por encima de los niveles de eficiencia. Por lo tanto el sector
informal tiende a operar en unidades pequeñas con baja productividad. Como
resultado surgen desigualdades significativas entre los trabajadores que se
enganchan en el sector moderno y aquellos que no lo logran[11]”.
Como vemos, desde la teoría estructuralista, se
plantea de fondo una brecha importante entre los dos sectores, mientras que la
teoría institucionalista, que en ultimas explica el fenómeno de la informalidad
como un comportamiento de los agentes, influenciado desde las regulaciones y
leyes institucionales, pero como una decisión voluntaria de acatarlas o no, por
esto plantea que la actividad empresarial informal genera topes igualables al
formal, sin embargo, Maloney[12]
sugiere que este enfoque no es completamente adecuado para entender la lógica
del comportamiento de todo el sector informal. Específicamente sus aportes a la
teoría institucionalista reconocen que el comportamiento del sector informal de
menores ingresos puede explicarse por factores estructuralistas; incluso
plantea que estos sectores pueden ser explotados por el sector formal a través
de mecanismos de subcontratación.[13]
Como grandes referente podemos anotar que los
trabajos de la OIT se enmarcan dentro de la teoría estructuralista y que los
planteamientos de la teoría institucionalista son defendidos por el Banco
Mundial.
La medición cuantitativa y cualitativa de los
sectores formales e informales, para concebir si la problemática es o no una
cuestión de principal interés o marginal si es el caso, es importante,
ya que las políticas dirigidas a solucionar cada tipo de informalidad son
distintas[14]
.
La informalidad se desarrolla según unas
condiciones, además de explicarlo desde el enfoque estructuralista, depende de
factores que inciden directamente sobre esta, como el desempleo generalizado,
la experiencia, la educación recibida, el sexo, la edad, la pobreza rural y el
desplazamiento forzoso[15].
[1] laissez-faire y la mano invisible.
[2] Galeano,
Eduardo las venas Abiertas de América Latina.
[3] Jorge
Rojas Rojas, El mercantilismo Abril, 2004
[4] Economía
de lo público II, Yanod Márquez ¿Qué es el desempleo? Pág. 87
[5] Como una
subdivisión del PET,(personas en edad de trabajo) que inicia a los 12 años.
[6] Julio César Neffa, Actividad, empleo y desempleo 1995.
[7] Julio César Neffa, Actividad, empleo y desempleo 1995.
8 Ibíd.
[9] Cárdenas
y Mejía, informalidad en Colombia.
[10] Carlos
Humberto Ortiz, Visiones sobre la informalidad laboral. 1993
[11] Carlos
Humberto Ortiz. La teoría estructuralista del sector
informal.
[12]
Maloney, sus trabajos se acogen a la teoría institucionalista sobre la
informalidad.
[13] Carlos
Humberto Ortiz. La teoría institucionalista del sector
informal.
[14] Mauricio Santa María S. Sandra Rozo
V., Análisis cualitativo y cuantitativo
de la informalidad empresarial en Colombia
[15] David
Ochoa Valencia y Aura Ordoñez. Causas, efectos
y características de la economía del rebusque.2004.
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